Revista Tecnología y Ciencia - Universidad Tecnológica Nacional

Año 23 - Número 54 / Sep - Dic. 2025

DOI:https://doi.org/10.33414/rtyc.54.93-107.2025

ISSN 1666-6933

Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional

Motivaciones para el ingreso a carreras universitarias: un análisis de factores vocacionales e instrumentales en estudiantes de ingeniería de la FRN-UTN

Motivations for enrolling in university programs: an analysis of vocational and instrumental factors among engineering students at FRN-UTN

Presentación: 13/06/2025

Aprobación: 07/10/2025

Publicación: 15/10/2025

María Marta Coria

https://orcid.org/0000-0002-5431-5249

Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional del Neuquén, Argentina.

mcoria@frn.utn.edu.ar

Resumen

El trabajo analizar las motivaciones que inciden en el ingreso a carreras universitarias, con énfasis en los factores vocacionales e instrumentales. Para ello, se utilizó información relevada de la cohorte 2025 de estudiantes de ingeniería de la Facultad Regional del Neuquén de la Universidad Tecnológica Nacional (FRN-UTN). A través de pruebas de independencia mediante el test de chi-cuadrado, se exploraron las relaciones entre diversas características sociodemográficas de los ingresantes y sus principales motivaciones para iniciar estudios superiores. Los resultados evidencian que, si bien las motivaciones son múltiples, prevalece una mirada instrumental de la educación superior como vehículo para el progreso personal y la movilidad social ascendente. En particular, se observa que la expectativa de acceder a mejores oportunidades laborales está significativamente asociada con la carrera elegida, lo que sugiere una fuerte conexión entre la decisión de estudiar ingeniería y las oportunidades que ofrece el entramado productivo local.

Palabras clave: ingreso a la universidad, economía de la educación, capital humano

Abstract

This paper analyses the motivations behind the choice to enrol in university programs, with a particular focus on vocational and instrumental factors. The data were drawn from the 2025 cohort of engineering students at the Neuquén Regional Faculty of the National Technological University (FRN-UTN). Using chi-square independence tests, the study examined the relationships between various sociodemographic characteristics of incoming students and their main motivations for pursuing higher education. The findings indicate that, although motivations are diverse, an instrumental view of higher education tends to prevail—conceiving it as a vehicle for personal advancement and upward social mobility. Notably, the expectation of accessing better job opportunities is significantly associated with the chosen field of study, suggesting a strong connection between the decision to study engineering and the opportunities offered by the local productive environment.

Keywords: higher education enrolment, economics of education, human capital

Introducción

Las expectativas sobre los estudios universitarios se construyen a lo largo de la vida de la persona y se ven influenciadas por múltiples factores. Estas expectativas, a su vez, afectan su compromiso con la continuidad de los estudios, el rendimiento académico y la probabilidad de finalizar los estudios universitarios (Cabrera et al., 2000; Brito Cabrera, et al.,2017; Choi, 2018).

La decisión de ingresar a la universidad depende de la información disponible sobre las diferentes ofertas educativas disponibles y factores psicosociales, como el ideario sobre educación superior como medio para lograr la movilidad social, conseguir mejores oportunidades laborales o la presión social del grupo de referencia del individuo (Coria, 2020).

En un contexto de masificación de la educación superior, con un constante incremento de la cantidad de estudiantes universitarios, aunque con importantes diferencias por región y nivel socioeconómico de los estudiantes (UNESCO, 2024), cabe replantear la pregunta de qué aspectos inciden en la decisión de estudiar en la universidad.

El objetivo de este trabajo es investigar los aspectos que intervienen en la decisión de cursar carreras universitarias, considerando en particular factores vocacionales e instrumentales. Para ello, se analiza el caso de la cohorte 2025 de estudiantes de ingeniería de la Facultad Regional del Neuquén de la Universidad Tecnológica Nacional (FRN-UTN), con el propósito de conocer el perfil de los ingresantes y los aspectos que influyeron en su decisión de estudiar ingeniería.

El trabajo se organiza de la siguiente manera. A continuación, se presenta el marco teórico, donde se exponen los fundamentos teóricos de la demanda de educación, los determinantes de la decisión de ingresar a la universidad y las motivaciones para estudiar carreras de ingeniería, como así también los hallazgos de estudios previos sobre el tema propuesto. Más adelante, se presenta la metodología de estudio exploratorio realizado con los estudiantes de la cohorte mencionada. Luego, se presentan los resultados del estudio exploratorio y se discuten sus implicancias. Finalmente, se presentan las conclusiones.

Marco teórico y antecedentes

La motivación constituye un constructo central en la psicología de la educación. De acuerdo con Stover et al. (2017), está vinculada a la energía, la dirección, la persistencia y la finalidad de los comportamientos de las personas, incluyendo tanto las intenciones como las acciones resultantes. Diversos enfoques teóricos han buscado explicar cómo se configura y sostiene la motivación en el ámbito académico.

Entre los modelos más influyentes se encuentra la Teoría de la Autodeterminación de Deci y Ryan (1985, citados en Stover et al., 2017), la cual sostiene que los individuos procuran satisfacer tres necesidades psicológicas básicas: autonomía (sentirse en control de las propias acciones), competencia (percibirse capaces de ejecutar adecuadamente las tareas) y vinculación (experimentar conexión y apoyo social). Cuando estas necesidades se satisfacen, se incrementa la automotivación y el bienestar; cuando se ven frustradas, la motivación tiende a decaer. Esta teoría distingue tres tipos de motivación: intrínseca, asociada al placer derivado de la actividad en sí; extrínseca, vinculada a la búsqueda de recompensas o beneficios externos; y amotiva, caracterizada por la ausencia de regulación y sentido de propósito.

Otra referencia clave es la Teoría Social Cognitiva de Bandura (1977, citada en Stover et al., 2017), que introduce el concepto de autoeficacia. Esta se define como la creencia del individuo en su capacidad para organizar y ejecutar las acciones necesarias para alcanzar determinadas metas. La autoeficacia incide en la elección de conductas, la intensidad del esfuerzo y la perseverancia frente a las dificultades (Briceño Chacoa, 2013). En contextos educativos, se ha demostrado que los estudiantes con mayor percepción de autoeficacia tienden a proponerse metas más ambiciosas y a sostener un compromiso más fuerte con el aprendizaje, lo cual resulta especialmente relevante en disciplinas exigentes como la ingeniería.

Desde la perspectiva de la economía de la educación, el ingreso a la universidad se analiza bajo el paradigma de la inversión. La teoría del capital humano sostiene que la educación permite incorporar habilidades y destrezas que incrementan la productividad y, por ende, las posibilidades de acceder a empleos mejor remunerados (Alarcón Montiel, 2019; Leoni, 2023). En este marco, los estudiantes (y sus familias) comparan los costos de estudiar —aranceles, tiempo invertido y sacrificios personales— con los beneficios esperados, tales como salarios futuros y movilidad social. La variable clave que explica esta relación es la tasa de retorno, entendida como el cociente entre los ingresos esperados a lo largo de la vida y el valor presente de los costos de la educación (Psacharopoulos et al., 2018). La evidencia empírica demuestra una correlación positiva entre nivel educativo e ingresos (Adrogué, 2010; Fiszbein et al., 2007; Lema y Casellas, 2009), con retornos promedio cercanos al 9% por cada año adicional de escolaridad a nivel global (Psacharopoulos et al., 2018). En Argentina, Adrogué et al. (2022) estiman que dicho incremento alcanza el 10% anual, reforzando la racionalidad económica de invertir en educación superior.

No obstante, la decisión de ingresar a la universidad es también un acontecimiento subjetivo condicionado por factores sociales y culturales. Tal como señala Alarcón Montiel (2019), las elecciones de los individuos se enmarcan en las condiciones objetivas del sistema y en los referentes disponibles. En este sentido, Bourdieu y Passeron (2004) destacan el papel del capital cultural familiar, valores educativos, recursos simbólicos y redes sociales, en la configuración de aspiraciones académicas. Las familias con alto capital cultural suelen promover expectativas más elevadas, apoyando a los hijos para acceder a carreras percibidas como prestigiosas, entre ellas la ingeniería (Linne, 2018). Por el contrario, en contextos de menor capital cultural, la educación superior puede aparecer como un horizonte inalcanzable, lo que condiciona los trayectos de elección y perpetúa la transmisión intergeneracional de desigualdades educativas.

Diversas investigaciones confirman la incidencia de factores económicos, culturales y sociales en la decisión de ingresar a la universidad. Entre los más relevantes se encuentran la expectativa de mejorar las oportunidades laborales y de acceder a salarios más altos (García-Ripa et al., 2018; Cano Celestino, 2008; Brito Cabrera et al., 2017), el nivel educativo de los padres, el tipo de escuela de procedencia, el rendimiento académico previo y el capital cultural de los estudiantes (Kisilevsky, 2002; Veleda, 2002; Brito Cabrera et al., 2017; Coria, 2020; Costa et al., 2020; Adrogué et al., 2022; Adrogué et al., 2024).

En el caso de las carreras de ingeniería, los estudios evidencian la coexistencia de motivaciones intrínsecas y extrínsecas. Entre las primeras, se destacan el deseo de superación personal, el disfrute del aprendizaje, la pasión por la disciplina y la motivación por enfrentar desafíos (López Fernández et al., 2014). Asimismo, los estudiantes valoran la adquisición de habilidades, el logro de buenas calificaciones y el reconocimiento social. Entre las motivaciones extrínsecas se incluyen la percepción de utilidad de los conocimientos adquiridos, las oportunidades de inserción laboral, la estabilidad económica y la amplitud del campo profesional (López Fernández et al., 2014; Costa et al., 2020).

López Fernández et al. (2014) identifican cuatro ejes principales de motivación entre los estudiantes de ingeniería: (1) el deseo de superación personal, ligado a la búsqueda de retos y al disfrute del aprendizaje; (2) la búsqueda de logro y reconocimiento, que se expresa en la satisfacción por superar evaluaciones y obtener buenas calificaciones; (3) la percepción de utilidad y relevancia de los estudios, vinculada a su aplicabilidad en el ámbito profesional; y (4) las relaciones interpersonales y académicas, valoradas en experiencias de trabajo en equipo y proyectos colaborativos.

El entorno familiar constituye una influencia decisiva: en un estudio realizado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, el 52% de los estudiantes reconoció a la familia como el principal factor en su decisión de elección de carrera (Costa et al., 2020). Los profesores también desempeñan un papel significativo: un 17% de los encuestados en el mismo estudio los mencionó como la influencia más importante, y un 25,5% de los estudiantes españoles encuestados por López Fernández et al. (2014) valoró especialmente la calidad docente como estímulo motivacional.

La cuestión de género merece especial atención: la ausencia de referentes femeninos en ingeniería puede desalentar la participación de mujeres en estas carreras. Costa et al. (2020) reportan que muchas estudiantes no identifican modelos femeninos en el ámbito profesional, lo que contribuye a la persistente baja representación de mujeres en la disciplina. Finalmente, los intereses vocacionales y las afinidades personales también resultan determinantes: el deseo de crear, construir o innovar se menciona con frecuencia como motivo de elección de estas carreras (Costa et al., 2020).

Metodología

El estudio se desarrolló bajo un enfoque cuantitativo, de carácter descriptivo y exploratorio, orientado a relevar las motivaciones y los condicionantes socioeconómicos y culturales que influyen en la decisión de los ingresantes a estudiar carreras de ingeniería.

La población de referencia estuvo conformada por estudiantes ingresantes a las carreras de ingeniería de la cohorte 2025 de la Facultad Regional del Neuquén (FRN) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). La FRN dicta dos carreras de grado: Ingeniería Química e Ingeniería Electrónica. Los ingresantes se inscriben hasta el mes de febrero de cada año y comienzan a cursar en el mes de marzo. Las carreras tienen una duración de 5 años (Ingeniería Química) y 5 años y medio (Ingeniería Electrónica) y se desarrollan en modalidad presencial en la sede de la facultad ubicada en la localidad de Plaza Huincul, provincia de Neuquén. La cohorte 2025 registró 68 inscriptos en ingeniería química y 37 en ingeniería electrónica, totalizando 105 estudiantes. La participación en la investigación fue voluntaria y se garantizó el carácter anónimo y confidencial de las respuestas.

El instrumento de recolección de datos fue un cuestionario estructurado, administrado en formato digital mediante la plataforma Google Forms. El cuestionario incluyó preguntas cerradas de opción múltiple, preguntas de selección múltiple y escalas ordinales para valorar la importancia atribuida a determinados factores. La construcción de los ítems se basó en las dimensiones analíticas derivadas del marco teórico y en investigaciones previas sobre motivación académica y elección de carrera.

Las dimensiones consideradas fueron las siguientes:

• Motivaciones intrínsecas y extrínsecas, indagadas a través de preguntas relativas al interés personal por la disciplina, el deseo de superación, el disfrute del aprendizaje, así como la expectativa de beneficios externos vinculados al prestigio de la institución, la obtención de un título universitario y la inserción laboral futura.
• Expectativas y valor percibido, exploradas mediante la valoración de características específicas de la institución y de la carrera, tales como la gratuidad, el prestigio de la UTN, la modalidad de cursado y la cercanía geográfica.
• Condicionantes económicos, abordados a partir de preguntas sobre nivel educativo y ocupacional de los padres, situación laboral del estudiante, tipo de escuela de procedencia, costos de traslado y residencia.
• Condicionantes socioculturales, relevados a través del nivel educativo de la familia, antecedentes de estudios universitarios en el hogar, género y redes de apoyo familiar y social.

El cuestionario se aplicó de manera autoadministrada en línea durante el primer mes de cursado de las carreras. Los estudiantes completaron el formulario en un tiempo estimado de entre 10 y 15 minutos. Se enfatizó la confidencialidad de la información, resguardando la identidad de los participantes y el uso exclusivo de los datos con fines académicos.

Se recibieron 69 respuestas, que fueron procesadas en una planilla de cálculo para su análisis. La tasa de respuesta alcanzó el 66% del total de ingresantes, con representación del 68% de los estudiantes de Ingeniería Electrónica y del 65% de los de Ingeniería Química.

El análisis de datos se centró en la aplicación de estadísticas descriptivas para caracterizar el perfil motivacional, económico y sociocultural de los ingresantes. Asimismo, para evaluar la relación entre las características de los ingresantes y sus motivaciones para estudiar, se realizaron pruebas de independencia chi-cuadrado. Se operacionalizaron variables sociodemográficas y educativas en categorías dicotómicas: edad (0 = 17 a 19 años; 1 = 20 años o más), carrera (0 = Ingeniería Electrónica; 1 = Ingeniería Química), género (0 = varón; 1 = mujer), pertenencia a un hogar universitario (0 = no; 1 = sí), y situación laboral (0 = no trabaja; 1 = trabaja). El hogar universitario se definió como aquel en el que al menos uno de los progenitores completó la educación universitaria o en el que existe un hermano que cursa o cursó estudios universitarios. El test de chi-cuadrado se aplicó para contrastar la independencia entre estas variables y las motivaciones con mayor frecuencia de mención, lo que permitió identificar asociaciones estadísticamente significativas entre perfiles sociodemográficos y las razones que orientan la elección de la carrera.

Resultados y discusión

A continuación, se presentan los resultados del estudio exploratorio, organizados en dos secciones. En la primera, se muestran las características de los ingresantes, incluyendo aspectos sociodemográficos, habitacionales, laborales y el perfil educativo de las familias. En la segunda, se presentan las motivaciones para ingresar en la universidad.

Características generales de los ingresantes

Los 69 cuestionarios recibidos se distribuyeron en 44 respuestas de ingresantes a Ingeniería Química y 25de Ingeniería Electrónica. La Tabla 1 presenta las principales características de los participantes según edad, género, tipo de escuela secundaria de egreso y experiencia universitaria previa.

Tabla 1. Características de los ingresantes. Porcentaje de respuestas respecto del total general y por carrera. Fuente: Elaboración propia

La mayoría de los ingresantes son jóvenes recién egresados de la educación media, aunque se observa mayor diversidad etaria en Ingeniería Electrónica, con un porcentaje más elevado de estudiantes de 20 años o más en comparación con Ingeniería Química. Respecto al género, se evidencia una notable diferencia: mayor presencia de mujeres en Ingeniería Química (66%) y predominio de varones en Ingeniería Electrónica (88%).

El 93% de los ingresantes egresó de instituciones de gestión estatal, principalmente escuelas técnicas, y la gran mayoría (88%) está experimentando su primera inserción universitaria, ya que solo el 12% tuvo experiencia académica superior previa.

La Tabla 1 muestra una marcada concentración de estudiantes provenientes de la provincia de Neuquén (91%), especialmente de las localidades de Plaza Huincul y Cutral Co (59% del total). Esta concentración es más pronunciada en Ingeniería Electrónica (96%) que en Ingeniería Química (88,5%). La mayor movilidad geográfica en la segunda carrera puede explicarse por el auge del desarrollo de Vaca Muerta, yacimiento de petróleo y gas no convencional ubicado en el centro de la provincia, que ha generado un incremento significativo en la demanda de recursos humanos especializados en la industria de hidrocarburos (Moreira et al., 2025).

Por su parte, 2 de cada 3 ingresantes viven en entornos familiares, con sus padres (62%), u otro familiar (4%). El 9% reside en alguna de las tres residencias universitarias con que cuenta la Facultad en la localidad de Plaza Huincul. Las residencias están destinadas a estudiantes provenientes de otras localidades interesados en estudiar en la Facultad y tienen prioridad de acceso los estudiantes ingresantes a primer año, quienes pueden contar con este soporte habitacional desde el ingreso y permanecer durante el cursado de la carrera.

En relación con la situación laboral, el 75% de los ingresantes no trabaja, aunque el 20% se encuentra desempleado, puesto que no trabaja, pero busca trabajo (Tabla 1). Del 25% que trabaja, la mayoría lo hace de manera esporádica, algunos días de la semana o por pocas horas. Se observa una marcada diferencia entre las carreras en cuanto a quienes trabajan a jornada completa, dato que puede relacionarse con la diferencia de perfil etario entre ambas carreras.

La Tabla 2 muestra el nivel educativo máximo de los padres y madres de los ingresantes. Si bien no se observan diferencias importantes según la carrera, los datos muestran un mayor porcentaje de madres con formación universitaria completa entre los ingresantes a ambas carreras. Asimismo, el 7% de los ingresantes proviene de hogares donde ambos progenitores tienen este nivel de formación, mientras que el 19% proviene de hogares donde, al menos uno de los progenitores tiene formación universitaria. Finalmente, un tercio de los ingresantes tiene hermanos que estén cursando o hayan cursado estudios universitarios.

Tabla 2. Nivel educativo máximo de los progenitores. Porcentaje de respuestas respecto del total general y por carrera. Fuente: Elaboración propia

Motivaciones para ingresar a la universidad

El análisis de las motivaciones revela que el 72% de los ingresantes expresa múltiples razones para su decisión, evidenciando el carácter multifacético del proceso decisorio. La combinación más frecuente incluye tres motivos instrumentales: mejorar la formación académica, acceder a mejores oportunidades laborales y obtener un título universitario, mencionada por el 12% de los participantes.

La dimensión vocacional (gusto por la disciplina) aparece frecuentemente asociada a factores instrumentales, siendo mencionada junto a los tres motivos anteriores por el 10% de los ingresantes. Solo el 7% expresa el gusto por la disciplina como motivación única, aunque el 55% la incluye entre sus razones.

En términos generales, el acceso a mejores oportunidades laborales es el motivo que más frecuentemente mencionaron los ingresantes para decidir comenzar sus estudios universitarios, seguido por la mejora de su formación académica y el gusto por la disciplina (Tabla 3), aunque los resultados varían según la carrera elegida.

Tabla 3. Motivos para ingresar a estudiar ingeniería. Porcentaje de respuestas respecto del total general y por carrera. Fuente: Elaboración propia.

Al evaluar las motivaciones de los ingresantes según la carrera elegida (Tabla 3), se observa que la dimensión instrumental es más relevante entre los estudiantes de Ingeniería Química y la dimensión vocacional lo es para los de Ingeniería Electrónica.

Para evaluar la relación entre las características de los ingresantes y sus motivaciones para estudiar se realizaron pruebas de independencia chi-cuadrado. En concreto, se aplicó el test de chi-cuadrado para evaluar la independencia entre, por un lado, las variables independientes edad, género, situación laboral, carrera elegida y pertenencia a un hogar universitario y, por otro lado, las tres motivaciones con mayor frecuencia de mención, es decir, la mejora de la formación académica, el acceso a mejores oportunidades laborales y el gusto por la disciplina. La Tabla 4 resume los resultados encontrados.

Tabla 4. Resultados del test de chi-cuadrado entre variables independientes y motivaciones declaradas por los ingresantes. Fuente: Elaboración propia.

Como puede observarse, ninguna de las características analizadas se asocia de forma significativa con la motivación para ingresar a la universidad para mejorar la formación académica. Este resultado sugiere que esta es una motivación ampliamente compartida por diferentes perfiles estudiantiles y podría considerarse una motivación generalizada o estructural, vinculada con el valor social de la educación superior. Independientemente de su género, edad, situación laboral o carrera elegida, la mayoría de los ingresantes valoran la formación universitaria como una forma de crecimiento personal y académico.

Respecto de la motivación vinculada con la posibilidad de acceder a mejores oportunidades laborales, se observó una asociación estadísticamente significativa con la carrera elegida, lo que indica que esta motivación no se distribuye de manera uniforme entre los estudiantes de Ingeniería Electrónica e Ingeniería Química. En particular, los ingresantes a Ingeniería Química manifestaron con mayor frecuencia esta motivación, lo que permite interpretar que este grupo asocia su elección académica con una estrategia concreta de inserción laboral. Este resultado adquiere especial relevancia teniendo en cuenta la localización de la carrera, próxima al yacimiento de Vaca Muerta, donde el desarrollo de la industria hidrocarburífera ofrece oportunidades concretas para perfiles profesionales vinculados a la Ingeniería Química. Así, la decisión de estudiar esta carrera podría estar influida por las condiciones del mercado laboral regional y la expectativa de acceder a empleos calificados en sectores estratégicos. En contraste, quienes optan por Ingeniería Electrónica podrían responder a motivaciones diferentes, o percibir menos alineación inmediata entre su campo de estudio y las oportunidades laborales locales.

Cabe destacar también que, para la motivación vinculada con el acceso a mejores oportunidades laborales, la situación laboral actual presenta un valor-p de 0,099, con una significación estadística de 10% (p < 0,1). Este resultado indica que, quienes ya trabajan, podrían tener una valoración diferente sobre la función instrumental de los estudios superiores, aunque no alcanza significación estadística al 5%.

En relación con la motivación vocacional (gusto por la disciplina), solo se observa significancia estadística con la situación laboral del ingresante. Es decir, quienes trabajan actualmente parecen tener una relación más marcada con el interés vocacional o personal por la disciplina elegida. Cabe suponer que este grupo valore más el contenido de lo que estudia, ya sea porque busca resignificar su actividad laboral actual o por mayor claridad vocacional. Asimismo, este resultado permite concluir que quienes trabajan podría estar tomando decisiones más reflexivas, posiblemente basadas en experiencias previas, conocimientos aplicados o búsquedas de reconversión laboral. El hecho de estudiar y trabajar al mismo tiempo puede conducir a un proceso de elección más consolidado, vinculado al interés intrínseco por el área de estudio.

Finalmente, se concluye que diferencias en el género, la edad, y la presencia de referentes universitarios en el hogar no se asocian de manera significativa con las motivaciones, tanto vocacionales como instrumentales. Este resultado podría indicar una cierta equidad motivacional en estos aspectos en este grupo analizado.

Complementariamente, se preguntó a los ingresantes por qué decidieron estudiar en la Facultad Regional del Neuquén de la UTN. Los resultados muestran que el 64% de los ingresantes expresó múltiples motivos para estudiar en la FRN-UTN siendo los más frecuentes la gratuidad de los estudios y el prestigio de la universidad.

Tabla 5. Motivos para estudiar en la FRN-UTN. Porcentaje de respuestas respecto del total general y por carrera. Fuente: Elaboración propia.

La gratuidad de los estudios resultó el motivo más mencionado, tanto a nivel general como entre los ingresantes a Ingeniería Electrónica, quienes valoraron en menor medida los contactos que pueda ofrecerles la universidad para conseguir trabajo. Por el contrario, entre los ingresantes a Ingeniería Química, el prestigio de la universidad y el capital social que les pueda aportar en forma de contactos son los factores más relevantes. Este último punto se asocia con el hallazgo previo que mostraba significancia estadística entre la elección de esta carrera y la posibilidad de acceder a mejores oportunidades laborales.

En la Tabla 6 se muestran los resultados de las pruebas chi-cuadrado para evaluar la independencia entre las variables que caracterizan a los ingresantes y las tres motivaciones para estudiar en la FRN-UTN.

Tabla 6. Resultados del test de chi-cuadrado entre variables independientes y motivaciones declaradas por los ingresantes para estudiar en la FRN-UTN. Fuente: Elaboración propia.

La única relación estadísticamente significativa el 5% (p < 0,05) se observa entre la edad del estudiante y el prestigio de la universidad. Esto sugiere que los estudiantes de mayor edad (20 años o más) valoran más la reputación institucional de la UTN como factor clave en su decisión de ingreso. Este resultado puede interpretarse en términos de una mayor información acumulada, más conciencia sobre el valor simbólico del título universitario en el mercado laboral, o de experiencias previas que les permiten distinguir entre diferentes ofertas formativas.

Asimismo, aunque con significación estadística al 10%, tanto la gratuidad de los estudios como la cercanía de la propuesta educativa mostraron también una relación con la variable edad. Esto indica que la dimensión territorial y económica de la universidad pública continúa siendo un factor relevante, especialmente para ciertos segmentos etarios. Las personas de mayor edad podrían tener mayores responsabilidades laborales o familiares, por lo que valorarían más fuertemente la posibilidad de acceder a una formación localizada en su ciudad, evitando tener que trasladarse para estudiar. Este resultado también permite concluir que la distribución geográfica de la oferta académica puede ejercer un impacto en las orientaciones elegidas, contribuyendo en la definición de los perfiles. Además, los estudiantes de más edad mostrarían un compromiso más pragmático con la accesibilidad y la viabilidad de la continuidad educativa, eligiendo ofertas disponibles y no necesariamente aquellas para las cuales muestran una motivación de tipo vocacional.

También se encontró una asociación significativa al 10% entre la pertenencia a un hogar universitario y la motivación vinculada con la posibilidad de que la universidad le permita al ingresante entrar en contacto con empresas para conseguir trabajo. Este resultado permite hipotetizar que quienes provienen de hogares con capital educativo universitario podrían tener una mayor conciencia sobre la relevancia de la universidad como fuente para generar capital social para aumentar la empleabilidad.

Finalmente, no se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre los motivos analizados y las variables carrera elegida, género o situación laboral del estudiante. Esto puede interpretarse como un indicio de cierta homogeneidad en las valoraciones institucionales entre los distintos grupos estudiantiles, lo cual refuerza la idea de que la UTN representa, para la mayoría de los ingresantes, una oportunidad reconocida independientemente de su perfil sociodemográfico.

Conclusiones

Las motivaciones para estudiar en la universidad reconocen diversas fuentes y pueden ser analizadas desde una variedad de perspectivas.

En este estudio exploratorio se analizaron las características y motivaciones para estudiar ingeniería de una cohorte de estudiantes de ingeniería de la Facultad Regional del Neuquén de la Universidad Tecnológica Nacional (FRN-UTN). A partir de los resultados obtenidos mediante pruebas de chi-cuadrado, se destacan algunas asociaciones significativas que muestran el modo en que factores como la carrera elegida, la situación laboral y el entorno familiar condicionan las expectativas de los ingresantes.

Los resultados muestran que los estudiantes ingresan a la universidad motivados principalmente por la expectativa de acceder a mejores oportunidades laborales, valorando de este modo la formación universitaria como medio para lograr el desarrollo profesional. La valoración del factor instrumental refuerza la idea de la asociación entre la formación superior y el éxito profesional. La educación superior se percibe como un elemento que permite acceder a mejores oportunidades laborales, en línea con los postulados de la teoría del capital humano.

La asociación significativa entre la elección de la carrera de Ingeniería Química y la motivación instrumental vinculada con el acceso a mejores oportunidades laborales, debe evaluarse en relación al contexto territorial donde se dicta la carrera. Esta asociación sugiere que la percepción de empleabilidad está influida por el entorno socioeconómico local y por el grado en que cada carrera se percibe como alineada con las oportunidades del territorio.

Por su parte, la asociación significativa encontrada entre la situación laboral del ingresante y la motivación vocacional, permite inferir, desde una perspectiva de trayectorias, que el capital experiencial previo incide en el tipo de motivación predominante: mientras que los ingresantes que no trabajan podrían estar guiados por factores más exploratorios o generales, quienes sí lo hacen parecen tender hacia motivaciones más vocacionales o relacionadas con un interés genuino por el contenido disciplinar.

Asimismo, la falta de asociaciones estadísticamente significativas entre la edad de los ingresantes, su género y su pertenencia a hogares universitarios con alguna de las motivaciones analizadas, puede reflejar una independencia de las aspiraciones educativas respecto de estas condiciones de los ingresantes. Este resultado podría indicar que las motivaciones para iniciar estudios superiores se han vuelto más homogéneas en ciertos sectores sociales, con independencia de género, edad o trayectoria familiar, lo que sería consistente con procesos de masificación de la educación superior en Argentina.

Respecto de la elección de estudiar en la FRN-UTN, el estudio encontró que el aspecto valorado por la mayor cantidad de ingresantes es la gratuidad de los estudios, seguido por el prestigio de la UTN. La asociación significativa entre la edad del ingresante y la valoración del prestigio institucional, sugiere que los perfiles de ingresantes con más edad identifican a la UTN como una marca de calidad académica y reconocimiento social. Asimismo, la relevancia de la gratuidad y cercanía de la propuesta académica se asocia con atributos destacados de las universidades de gestión estatal como garantes del derecho a la educación, en particular para sectores con responsabilidades familiares o laborales y, consecuentemente, con una menor movilidad territorial. Finalmente, el hallazgo que vincula la presencia de referentes universitarios en el hogar con la expectativa de vinculación con empresas indica que los ingresantes ven a la UTN no sólo como un espacio formativo, sino como nexo que les permita la inserción en el mercado laboral regional.

Es importante señalar que los resultados obtenidos reflejan únicamente la experiencia de los ingresantes de una cohorte de la FRN-UTN. Su carácter específico limita la generalización de los hallazgos, aunque proporciona información relevante para comprender el tema estudiado. El estudio permite profundizar sobre los aspectos que motivan la decisión de ingresar a estudiar en la universidad, en particular a carreras de ingeniería. Los resultados, aunque no generalizables, refuerzan el ideario de la educación superior como medio para mejorar la movilidad social y muestran cómo ciertas motivaciones, como la posibilidad de acceder a mejores oportunidades laborales, se configuran en estrecha relación con el entramado productivo territorial. También destacan la relevancia de contar con ofertas educativas locales y gratuitas en contextos donde se observa una baja movilidad estudiantil.

Los resultados son relevantes para diseñar políticas educativas tendientes a satisfacer la demanda de educación superior y los requerimientos de los sectores productivos circundantes. En particular, destacan la importancia de diseñar ofertas académicas alineadas con las necesidades y potencialidades regionales, promoviendo sinergias entre la universidad y el sector productivo, a través de prácticas o pasantías que fortalezcan la función social de la universidad.

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